Da igual la época del año que sea, que haga frío o calor, el bizcocho es un dulce que se puede degustar en cualquier momento, es más, en cuanto te acostumbras a hacerlo casero ya no puedes renunciar a él, en mi casa raro es el día que no haya bizcocho casero para desayunar.
Existen multitud de variedades de bizcochos más allá de la receta del bizcocho de yogur y una de ellas es la que te propongo hoy.
Existen multitud de variedades de bizcochos más allá de la receta del bizcocho de yogur y una de ellas es la que te propongo hoy.
A través del sentido del gusto vamos a viajar hasta Italia con este bizcocho que entre sus ingredientes incluye el queso mascarpone y el licor amaretto, combinación que a casi nadie deja indiferente, a mi desde luego me chifla y me rechifla, junto con el café y el chocolate son los ingredientes dulces que más me gustan.
El mascarpone es un queso cremoso, consistente, de color blanco-amarillento muy claro y con sabor dulce. Es un queso fresco obtenido por la elaboración de crema de leche, nata y ácido cítrico. Este queso es originario de Lombardía, al norte de Italia.
El amaretto es un licor que combina el dulzor de los huesos de albaricoque con el amargo de las almendras los cuales están acompañados por alcohol puro, azúcar caramelizado y la
esencia de plantas y frutas aromáticas entre las que destaca
de forma especial la vainilla, aunque tiene también melocotón y
cereza.
Su graduación alcohólica suele rondar los 25 grados y aunque la receta no lleva mucha cantidad se deberá tener en cuenta si hay niños en casa.
El amaretto tiene su origen en Saronno, una pequeña localidad cercana a Milán, de ahí que se le conozca como amaretto di Saronno.
Ahora que ya sabes un poco más de los ingredientes protagonistas del dulce de hoy, vamos a ponernos a la faena.
TIPS:
- Molde: redondo de 23 cm de diámetro
- Temperatura del horno: 160ºC con calor arriba y abajo
INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
- 4 huevos M (a temperatura ambiente)
- 200 g de azúcar
- 250 g de queso mascarpone
- 80 g de licor amaretto
- 80 g de aceite de girasol
- 200 g de harina
- 1 sobre de levadura en polvo tipo Royal
- una pizca de sal
INGREDIENTES PARA LA COBERTURA:
- 150 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 150 g de azúcar glas + otro poco para espolvorear
- almendra crocanti
MODO DE PREPARACIÓN DEL BIZCOCHO:
Precalentamos el horno y forramos la base del molde con papel vegetal.
Separamos las yemas de las claras.
Batimos bien las yemas con el azúcar hasta que blanqueen.
Añadimos el queso mascarpone y seguimos batiendo.
Sin dejar de batir, añadimos el aceite y el licor.
Incorporamos la harina, la levadura y la sal tamizadas y mezclamos bien con la espátula.
Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la mezcla con movimientos suaves y envolventes.
Volcamos la masa en el molde y horneamos, sobre la rejilla y en la parte baja del horno, durante 55-60 minutos o hasta que el tester de bizcochos salga limpio.
Una vez cocido lo dejamos enfriar en el molde unos 5-10 minutos y luego desmoldamos y pasamos a una rejilla para que se termine de enfriar.
MODO DE PREPARACIÓN DE LA COBERTURA:
Mezclamos la mantequilla con el azúcar glas hasta que obtengamos una mezcla blanquecina y muy cremosa.
Extendemos una capa sobre el bizcocho una vez que haya enfriado.
Ponemos encima la almendra crocanti y espolvoreamos con azúcar glas.
El resultado es un bizcocho muy tierno que ya de por si está rico con esos dos pedazos de ingredientes protagonistas y al que la cobertura le aporta una suavidad increíble en contraste con el crujiente de la almendra.
Un bizcocho que no necesita más acompañamiento, ¡espero que te guste!.
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